Mea culpa
Quien no se ha calzado alguna vez un falso sentido de justicia en ambos pies, con doble lazo, que justifique aquí y ahora que el destino de un giro, así por que si, porque hoy decidiste cambiar de zapatos?
Pues sí. Yo misma. Lo siento. Y no acostumbro a ir con el cordón suelto.