Migraciones

Pues no hace tanto tiempo, pero parece una eternidad!
Reconozco que he sido muy feliz.
Con las ganas de los veintipocos, y la energía que inyectan las grandes decepciones, decidi empezar de cero y centrarme en todo eso que irremediablemente me hacía feliz. Educación social y literatura. Libertad y libertinaje. El calor de los valores, de los proyectos, de los compañeros de piso, de cama, de vida..
El agujero del bolsillo. El exhibicionista de enfrente.. La abuelilla feliz de arriba, fielmente interesada de un negro y puntualidad rigurosas, asomada, instalada.
La gotera sobre la taza del vater. El paraguas comunitario.
La nariz morada y sola, que me nutre al otro lado del edredón, todo el primer invierno. La estufita de Valencia. La bronca de la factura.
La secuencia de "pijamas" apiñados bajo la manta del minisofá y el desayuno. Cualquier domingo. Bien entrada la tarde y la resaca.
Los cuatro. Cuatro ilusiones bien distintas. Grandes desilusiones también. Y Yon se arranca con un guitarreo tremendo. No hay nada como tener claros los objetivos..
Cada "camino" que he compartido gracias a mi trabajo. Los niños, los adultos, los compañeros, algunos jefes. Amejhor. Las tertulias literarias. Toda esa gente. Mario Merlino. Una etapa llena de nutrientes.

Reconozco que he sido muy feliz. Y me siento tremendamente orgullosa de haber aprendido a vivir de otra manera, y disfrutar, y aprender de todo lo que cada uno tiene de especial. Pasar del tener, al ser. En realidad siempre he sido. Sólo había que encontrar el lugar donde serlo.

Entre humos y azulejos rotos, entre libros, amantes y migraciones laborales, entre unos y otros, inevitablemente bajó la marea de los grandes desengaños, y poco a poco fuí apareciendo por piezas en este sofá naranja donde hoy escribo. Donde hoy espero que Phil me sorprenda con una tempura.

Y el circense más difícil todavía. Aprender y respetar que otros son felices en su egocentrismo, mintiendo para sobrevivir a la verdad, descalificando a las personas para hacerlas crecer (?) o para crecerse. Aprender o más bien recordar, tener siempre presente que no es una verdad absoluta. Aunque el ejemplo esté en tu familia.

No ha cambiado nada. El aprendizaje, los valores, siguen creciendo. Phil y yo ahora crecemos juntos.