
Dicen que las salamanquesas dan buena suerte. Esta vino hasta cuatro caminos, y como en su propia casa, entró hasta la cocina.
Mirala bien, porque es preciosa.
Asustadita como estaba, la traspasamos a la planta de Uruguay. Si se quedó o no en el patio.. ya es un misterio.
Qué dedotes, eh?
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