ALICIA Y EL PAIS DE LAS MARAVILLAS

Es genial saber explicar el verdadero valor de la locura, que la sabiduria es cambiante, que afortunadamente hay preguntas sin respuesta y que en un entorno estética y tecnológicamente casi perfecto, la profundidad de la mirada bajo unas enloquecidas cejas rojas sea lo que nos fije la sonrisa aún el dia después.

"Nunca pierdas tu muchismo"

Hoy compartimos ... Yangon.

Hoy compartimos ... Yangon.

Domingo en Yangón. Tremendo yetlag. El templo Chauk Htat Gyi y los primeros pies descalzos. Sorprendentemente la comida me encanta. Todo en las calles nos llama pero necesito dormir algo. La tarde arranca con energía. La espectacular pagoda Swedagon. Las gentes, los pequeños templos. Aprendemos palabras, costumbres, ritos. Tántas cosas.. Yangón fué el gran Mingalaba (hola) y el último tata (adios) Al final de nuestro viaje lo vemos con otros ojos. Los mercados, las calles. Ya comemos de todo en el barrio indio, y en el chino tambien. Cuesta incluso despedirse. Una experiencia inolvidable, sin duda. TATA.

Hoy compartimos ... Bagan.

Hoy compartimos... Bagan

Templos, pagodas, budas y nuevos amigos.

Hoy compartimos... Mon Ywa

Hoy compartimos... Mon Ywa

Una gran montaña transformada en laberinto. Cada buda, cada espíritu, tatuados en la propia montaña. Cada una de las casi 500 grutas, excavadas poco a poco desde el siglo XV. Y estamos solos. Los gritos de los monos, los rumores de los monjes peregrinos, y el silencio. Unos le piden a Juan que se hagan una foto juntos. Puede que por la barba.Thein ya nos va conociendo, y en lugar del Ferry cogemos una barca normal y corriente, que además es más rapida. En la tarde libre incluso se queda con nosotros, y nos lleva a un chachibar (para él) con karaoke, y nos canta un rock duro de cuando era joven. Un par de baladas... una tarde divertidisima. En Mon Ywa hay una tele enorme en la calle y todos se apiñan alrededor de la novela birmana y los anuncios. Por la noche nos las arreglamos nosotros en un restaurante de lo más romántico, plagado de lucecitas y mosquitos. Ah! Y superamos la prueba del puente. La de alcoholemia.. je,je.

Hoy compartimos.... MANDALAY

Hoy compartimos.... Mandalay

El miercoles anochece en Mandalay. Las risas de Mandalay. Chapuzón en la pisci con velitas y a negociar un taxi para cenar en el pueblo a nuestro aire. Ya nos vamos conociendo y el grupo coge buena temperatura. Amarapura y su monasterio. 1500 monjes recomendados por sus maestros. Cuscuseo los libros. Las paginas viejas. Lo bien que huelen. Andamios de bambú y sombreros de paja para el edificio nuevo. Todo a mano. Ni polea, ni carretilla. Thein nos consigue una barca y un carromato para llegar a Inwa. 267 enormes columnas de teca abandonadas. El impresionante monasterio talla las 10 ultimas vidas de buda. Filigranas con moraleja. Fuera todo está inundado de espíritus que las protegen. Me emociona la arquitectura que tiene un puntito de poesia. Y más sorpresas. Un alumno da un masaje de pies a su profesor (¿?), los leones de piedra, el superpuente de teca, los cacahuetes, trepar al arbol sagrado, el anochecer en la pagoda Kuthodaw.. toodo el día descalzos. Y claro...

Hoy compartimos ... Lago_Inle

Hoy compartimos ... Lago_Inle

Mingalaba! (Buenos dias!) El lunes a eso de las 10.30 llegamos al Lago Inle. Pueblos y más pueblos construidos en bambú y palmera sobre el lago. Gentes de lo más curiosas se asoman para examinar este grupo de occidentales con barba y pantalones. Los niños cuscusean de lejos, pero solo un valiente se acerca de verdad. Conocemos los mercados en los que confluyen campesinos, pescadores y buscavidas. Bajan de las montañas, llegan en barcas desde el lago, y por los caminos en buey. Quien tiene. El resto camina toda la noche para llegar a pie. Una mujer comparte conmigo su tanaca. Un jugo de corteza de albol para que no se me queme la cara. Monasterios, pagodas en ruinas, entre otras retauradas. Budas, espíritus defensores y monjes. Pocas monjas. Un hotel auténtico. Y los pescadores que reman con el pie, con sus técnicas rudimentarias. Tres dias maravillosos.

Mea culpa

Quien no se ha calzado alguna vez un falso sentido de justicia en ambos pies, con doble lazo, que justifique aquí y ahora que el destino de un giro, así por que si, porque hoy decidiste cambiar de zapatos?
Pues sí. Yo misma. Lo siento. Y no acostumbro a ir con el cordón suelto.