No robarás

El hedor a podredumbre divina y humana, genera una pelicula de polución moral sobre el país Vaticano que reluce ya desde la via de la conciliacione.

Quizá por los cientos de coches de alto standing que allí se apilan.

Quizá por las multitudinarias congregaciones de guardaespaldas, hombres de negro, pinganillo y maletín.

Quizá por las absurdeces fuera de siglo.

Vaticano es, a los ojos del visitante ateo, un mercadillo interminable, incoherente, infiel a los mandamientos que reza. Roba despiadadamente al viajante devoto, entregado, anonadado por el esplendor de la riqueza, que a él se le considera pecado. Cruces de oro, piedras preciosas bordadas sobre ostentosas togas para dar misa y recordar cada domingo sus mandamientos.

No robarás. No robarás.
No robarás. No robarás.

Vaticano. Paloma frente a basilica de san pedro.
Si la paz hoy renovase icono, ella sería la candidata perfecta. Desnutrida, sucia, y rodeada de hipócritas.

No hay comentarios: