Feliz
Transcurre casi sin querer, y sigilosa se va impregnando aquí y allá hasta hacerse dueña de tu día a día. No es imperativa. Ni escandalosa. Es tranquila y moldeable. Parece un gato aprendiendo a jugar. Muerto de miedo, y de ganas. Todo sin querer. Asi. Porque sí. No es perfecto?
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